La paciencia es una virtud y Brasil sabe esperar su oportunidad. Es como si dividiera mentalmente cada set en varias partes. En la primera no le importa la alternancia en el marcador, ni las igualadas. Sabe esperar. Pero en cuanto llega su oportunidad y hace la más mínima ventaja, cambia de ritmo, pone una marcha más e intenta apabullar al contrario. Fue justo lo que hizo con Estados Unidos.
Al final, 3-1 a favor de las brasileñas.
Anteriormente, China se adjudicó la medalla de bronce al vencer a Cuba por el mismo resultado, 3-1.
Fuente: MARCA
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